Dr. Econ. Jair Alvarado Espinoza
Desde los inicios de la historia, la ciencia y la tecnología han tenido preponderancia en el progreso de las sociedades, mediante sus innovaciones y avances, han garantizado una mejor calidad de vida; y en la actualidad es la academia, la encargada de brindar la producción de conocimiento mediante la investigación, involucrando a las empresas y al Estado. ¿Vamos en el camino correcto?
Peter Drucker nos condiciona al decir “primero eficacia y después eficiencia”, en otras palabras, primero hay que hacer las cosas correctas, tener la mayor certeza que las actividades que realizamos nos llevarán al objetivo. Luego, recién podemos pensar en eficiencia, hacer la actividad elegida, de manera más rentable y funcional, caso contrario, podemos estar haciendo actividades más rápidas, pero que no cumplen los objetivos deseados.
Un reflejo de la realidad podemos verlo en la serie chilena “Paradojas del Nihilismo: La Academia” (2020), que nos muestra temas controversiales referentes al rol que tienen las universidades en la sociedad, cabe destacar la crítica referente al incremento de las investigaciones intrascendentes, que sólo buscan cumplir “indicadores”, pero que no cumplen su misión, por ello su nombre, nihilismo, proveniente del latín “nihil”, que significa: nada.
Esta observación nos demuestra, que no basta con incrementar la cantidad de investigaciones, sino su calidad, y nos advierte diciéndonos que: “un artículo publicado en Francia, sobre la realidad chilena, que nadie va a leer, vale más en términos de producción de conocimiento para mi evaluación profesional, que un libro que puede ser de interés en Chile”, esto evidencia la paradoja: investigaciones intrascendentes para la sociedad.
Para un mejor análisis, vemos el Índice mundial de la innovación 2022, con la finalidad de conocer en qué países están la mayor cantidad de inventores y autores científicos, y estudiar sus estrategias; es así que vemos a Israel, donde se encuentra la Universidad Hebrea de Jerusalén, que tiene una agencia encargada de fomentar la investigación en los diferentes campos académicos, denominada Yisumm. ¿Pero, qué la hace diferente?
Yisumm es una empresa dedicada a proteger y comercializar la propiedad intelectual de los docentes y estudiantes de la universidad, quienes deben tener la sensibilidad de captar las necesidades de las empresas y las demandas de los consumidores, para hacer útiles sus innovaciones. Brinda a este ecosistema, el marco económico, académico y legal; y es considerada una de las principales empresas en trasferencia de tecnología, con cerca de 11 500 patentes.
Frente al nihilismo académico expuesto, debemos hacerle frente “creando nuestro” Yissum, es decir, implementando estrategias que fomenten la investigación, que tengan como misión el desarrollo basado en la educación, que ofrezcan escenarios para crear y vender productos innovadores, y no simplemente busque cumplir con estándares o indicadores que no tienen usos y beneficios reales para nuestra sociedad.