Delincuentes venezolanos, colombianos y peruanos tienen los mismos rasgos delictivos.
Los actos delincuenciales en nuestro país son cada vez más frecuentes. En los últimos años, criminales locales y extranjeros han sido protagonistas de situaciones que llegan a sobrepasar los límites de sensibilidad humana. Para el psiquiatra Eduardo Granda, la personalidad del criminal ha cambiado debido a diferentes factores que abordaremos en el siguiente artículo.
El perfil psicológico no depende de la nacionalidad
El Dr. Eduardo Granda Córdova, psiquiatra y director del Hospital Especializado San Juan de Dios, aclara que no se puede diferenciar el perfil psicológico de un delincuente peruano del de un extranjero.
Para el profesional, basar patrones de criminalidad en características sociales, étnicas o culturales carece de fundamento científico, ya que la conducta delictiva responde a factores personales más que al origen.
“Intentar establecer perfiles psicológicos en base a la nacionalidad o características étnicas y sociales carece de validez científica”, asevera.
Psicopatía: una característica compleja, no determinante
Por otro lado, el psiquiatra manifiesta que la psicopatía, suele ser una de las características mentales que tendrían en común gran parte de los delincuentes en este 2024. Para él, esta condición psicológica es la que suele desencadenar patrones de conducta irregulares y hasta inhumanos.
El galeno define a la psicopatía como una alteración conductual caracterizada por egocentrismo, manipulación, mentira y ausencia de empatía o remordimiento. Sin embargo, Granda aclara que las personas con esta condición son plenamente conscientes de sus actos.
“No todos los psicópatas cometen delitos ni todos los criminales son psicópatas. Además, las personas con psicopatía son plenamente conscientes de sus actos, lo que refuerza su responsabilidad ante la ley”, advierte.
El Dr. Granda destaca además que la psicopatía no está limitada al ámbito delictivo. Personas en posiciones de poder o autoridad, como empresarios o profesionales, también pueden exhibir rasgos psicopáticos y aprovecharse de la vulnerabilidad ajena, afectando gravemente a su entorno.
Factores externos que agravan la criminalidad
Granda Córdova manifiesta que el entorno social puede influir significativamente en la conducta delictiva. Para el psiquiatra, la ausencia de control legal y una sensación de impunidad fomentan las acciones criminales. Además de ello, el fácil acceso a armas y drogas puede potenciar las tendencias de personas con características psicopáticas, exacerbando su peligrosidad.
“La falta de aplicación de las leyes y la corrupción generalizada contribuyen a que las personas con tendencia psicopáticas se sientan libres para cometer delitos”, asegura.
Con ésta declaración, el psiquiatra enfatiza la falta de leyes coherentes y consecuentes en nuestro país. El especialista señala que el Perú se ha convertido en un ecosistema ideal para explorar nuevas formas delictivas, incluso bordeando lo impensado.
“Las últimas acciones delictivas rozan lo impensado, debido a que el Perú se ha vuelto carente de leyes que amonesten con rigurosidad los patrones de conducta de los delincuentes”, subraya.
El impacto de los factores socioculturales
El psiquiatra realiza una comparación de realidades entre Perú, Colombia y Venezuela. En su juicio asevera que la pobreza, el maltrato infantil y la desigualdad social son características que los asemejan. Para el profesional, estas particularidades son catalizadores de la criminalidad en la región.
“Estos factores aumentan el riesgo de que ciertos individuos desarrollen conductas delictivas, especialmente en contextos donde la vulnerabilidad social es alta”, señala.
Políticas públicas para reducir la delincuencia
Para solucionar esta situación, el profesional propone una estrategia que incluya políticas públicas que disminuyan la desigualdad, el maltrato y el consumo de drogas. Además, garantizar acceso a educación de calidad y espacios seguros de socialización es crucial para prevenir comportamientos antisociales en las comunidades más vulnerables.
“Es necesario pensar que esta situación no se desencadena de la nada. Hay varias características sociales que influyen directamente en la conformación de una personalidad delictiva. Los gobiernos tienen responsabilidad directa, impartir educación, crear espacios de integración sanos y cultos, ayudarán al ciudadano a tomar mejores decisiones”, subraya.
Además, el psiquiatra hizo hincapié en el sistema penitenciario, el cual debe convertirse en un espacio de reintegración y no sólo de castigo.
“Esto implica erradicar la corrupción, ofrecer sanciones justas y desarrollar programas que permitan a los reclusos reinsertarse en la sociedad con herramientas y habilidades adecuadas”, manifiesta el profesional.
Prevención desde la infancia
Eduardo Granda Córdova recomienda estar atentos a conductas antisociales que puedan presentar los niños y adolescentes. Para el profesional, ésta intervención prevendrá que el perfil psicopático evolucione hacia una personalidad delictiva.
“Esta condición se puede prevenir. Por ello, es importante que los padres, docentes o apoderados tengan una intervención asertiva cuando empiecen a notar que los menores presentan conductas antisociales”, recomienda.
Evitar la estigmatización y promover la equidad
Por otro lado, el psiquiatra enfatiza que estigmatizar a los extranjeros como criminales no tiene fundamento y resulta profundamente perjudicial. Reitera que la delincuencia no está vinculada a una nacionalidad o grupo social específico. Por ello, considera crucial promover una educación universal que aborde las causas y características del comportamiento delictivo, independientemente de si el individuo es peruano, venezolano, colombiano, u otra nacionalidad.
La criminalidad en el Perú es un reflejo de profundas desigualdades sociales y problemas estructurales que requieren un enfoque integral. Más allá de los perfiles psicológicos, es crucial abordar factores como la educación, la prevención desde la infancia y una justicia más efectiva. La estigmatización y la impunidad solo perpetúan el ciclo delictivo. Es necesario fomentar una sociedad más equitativa, donde se ofrezcan oportunidades reales para todos.
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