Piura atraviesa una de las más grandes crisis de inseguridad ciudadana. La psicóloga Celia Namuche Flores manifestó que esta situación ha ocasionado que el poblador realice sus actividades cotidianas con cierto grado de ansiedad, ya que temen ser víctimas de este mal social. ¿Piura se ha convertido en una ciudad difícil para vivir? ¿Cuáles son las circunstancias psicológicas en la que nos encontramos los piuranos? Estas son las interrogantes que buscamos responder a continuación.
El Impacto de la Inseguridad Ciudadana
La psicóloga piurana y capacitadora de Desarrollo Emocional a docentes de la UNP, Celia Namuche Flores, señala que la inseguridad ciudadana ha ocasionado distintos estragos en la salud mental del piurano. Siendo los cuadros de ansiedad, estrés y desconfianza, los que más destacan.
La profesional asegura que esta situación genera cambios en el comportamiento de la persona.
“La gente siempre está de mal humor, como a la defensiva. Esto debido a que sentimos que cualquier persona nos puede hacer daño”, menciona.
Para Namuche, este ambiente de miedo no solo impacta psicológicamente, sino que también repercute profundamente en el bienestar emocional y físico de los piuranos.
Estado de miedo
La profesional mencionó que la violencia familiar y el abuso físico y psicológico, aumentan aún más el miedo de sufrir situaciones similares a manos de un delincuente. Según Namuche Flores, estos episodios traumáticos pueden llegar a paralizarnos de nuestras actividades cotidianas.
“La persona tiende a imaginar escenarios posibles, y si tiene traumas de violencia y abuso físico del pasado, vivirá pensando que el delincuente le hará lo mismo. Eso generará en ella, sentimientos de intranquilidad, preocupación, ansiedad y estrés”, dijo.
Celia Namuche también critica a los medios de comunicación y redes sociales, pues considera que contribuyen a generar temor y estrés en la población.
“Entiendo que los medios deben informar, pero deben hacerlo con cautela, ya que, si transmiten imágenes de enfrentamientos, torturas y muerte, esto sin duda afectará al ciudadano”, recalca.
La psicóloga explicó que este “estado de miedo” se desencadenó desde la aparición de la Covid-19. Para ella, este virus generó pandemias de ansiedad, depresión y de alteraciones mentales; de las cuales, hasta el momento, no podemos recuperarnos.
“Esos estragos los tenemos hasta la fecha, y ahora con la inseguridad ciudadana, los piuranos nos hemos vuelto bombas de tiempo”, aseveró.
Nuestra salud mental importa
Para aminorar esta situación, Namuche Flores instó a las autoridades a generar en Piura espacios de esparcimiento y de actividad física que garanticen seguridad. Para ella, ésta medida sería clave para relajar y tranquilizar al ciudadano de a pie.
“Aceptar la realidad, enfocarse en lo que se puede controlar y practicar actividades relajantes son pasos fundamentales. La actividad física, el buen dormir y cultivar la gratitud también son estrategias efectivas”, dijo.
La psicóloga recomendó también tener una cercanía directa con lo divino. «Desde que amanece, hay que agradecer a Dios por un día más de vida, el agradecimiento es fundamental para empezar a valorar la vida.» Para ella, repetir este hábito no solo mejorará la salud mental de quien lo practica, sino que también fomentará un ambiente de positividad y de buenas energías”.
El Rol de las Autoridades en la Salud Mental
La profesional lamenta la situación de inseguridad ciudadana, pero no considera que Piura sea un lugar difícil para vivir. Para Namuche, es una ciudad llena de bondades, oportunidades y recursos de los cuales podemos sacar mucho provecho.
Si bien Namuche Flores hizo énfasis en lo positivo de Piura, también advirtió sobre los peligros que se nos vendrían si no controlamos el avance de la inseguridad ciudadana. Para la psicóloga, ésta responsabilidad debe ser asumida por las autoridades.
“Si no controlamos el crecimiento de la inseguridad ciudadana, la tasa de homicidios, suicidios y desapariciones aumentarán en niveles nunca antes vistos, esto debido a que el peruano se encuentra en un estado de vulnerabilidad psicológica”, menciona.
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